Observando el transporte público desde los ojos de sus usuarios y usuarias: Sao Paulo

04 de Abril de 2021

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Desde 2019, CAF y BID trabajan de manera conjunta en el Observatorio de Movilidad Urbana (OMU), una iniciativa que vincula a 29 ciudades de América Latina para relevar datos sobre movilidad y promover herramientas menos costosas, sistemáticas e innovadoras para su recolección.

En un nuevo ejercicio de colaboración entre el OMU y Moovit, una compañía de Intel y creadora de la app #1 de movilidad urbana en el mundo, alrededor de 13.500 usuarios de la aplicación en Ciudad de México, Guadalajara (México), Santiago (Chile), Río de Janeiro y Sao Paulo (Brasil) participaron en junio pasado de una encuesta sobre la calidad, confiabilidad y seguridad del servicio de transporte público, donde las personas encuestadas tuvieron la oportunidad de calificar de 1 a 5 puntos sus percepciones sobre los viajes en el sistema. Aunque la muestra no representa la totalidad de pasajeros del transporte público de estas ciudades, los resultados brindan una perspectiva interesante sobre diferencias en la percepción de estos aspectos según las características del transporte y de los usuarios.

A continuación, presentamos los resultados del ejercicio realizado en el área metropolitana de Sao Paulo en el mes de junio de 2021. Las figuras de respaldo se pueden visualizar a través del siguiente tablero y las características y resultados de la encuesta y los test estadísticos se encuentran aquí. Además, se pueden encontrar los resultados de estas y otras encuestas realizadas junto a Moovit en la página de nuestro partner, BID, en este link.

En la encuesta realizada a las personas usuarias de Moovit en la región metropolitana de Sao Pablo, se recibieron más de 6200 respuestas, de las cuales el 93%, correspondían a personas que manifestaron haber viajado en transporte público al menos una vez en la última semana dentro del Área Metropolitana de São Paulo, con un alto porcentaje (70%) que utilizó 5 días o más en transporte público. En sintonía con los resultados de la misma encuesta en otras ciudades latinoamericanas, el motivo “Trabajo” explica casi el 80% de los viajes.

En cuanto al modo utilizado, la gran mayoría de las personas encuestadas utilizaron el Ônibus municipal (70%), mientras que el resto se repartió entre el Metro (12%), el ómnibus intermunicipal (10%), el Tren (6%) y otros (2%).

A nivel general, los cuatro indicadores asociados a la calidad del servicio de transporte público se encuentran por sobre el valor neutro (3 puntos sobre 5), señalando, en principio, una aprobación promedio del sistema de transporte público por parte de las personas encuestadas, entre los cuales los índices asociados a la seguridad contra robos y asaltos y a la comodidad tuvieron una calificación promedio apenas superior al valor medio (3 puntos). Las percepciones varían cuando analizamos las respuestas de usuarios y usuarias de los distintos modos.

Analizando las respuestas de percepción diferenciadas por el tipo de transporte público, el metro es mejor percibido que los ómnibus municipales, destacándose la confiabilidad del servicio subterráneo. La percepción de seguridad contra robos y asaltos en dicho servicio fue el indicador menos valorado por sus usuarios, con 3.2 puntos de 5.

Por otro lado, el ómnibus municipal, el medio de transporte público más utilizado por las personas encuestadas de bajos ingresos, obtuvo calificaciones neutras, de alrededor de 3 puntos, en todos sus indicadores, entre los cuales el confort y la seguridad personal no fueron bien percibidos.

La inseguridad es una preocupación persistente entre los usuarios y usuarias del transporte público en las ciudades latinoamericanas y el Área metropolitana de Sao Paulo no es la excepción. El 35% de los y las encuestadas manifestaron haber sido víctimas o testigos de alguna situación de robo o hurto en el transporte público, y este número aumenta a 38% si solo se consideran las mujeres que respondieron la encuesta. Esto también se refleja en la diferencia significativa que existe entre los indicadores de percepción de inseguridad de las mujeres y los hombres respondientes (3 y 3.2 puntos respectivamente).

Un patrón similar se observa al estudiar la percepción de la seguridad contra acosos sexuales en el transporte público. El 19% de las personas encuestadas declararon haber sufrido o presenciado alguna situación de acoso sexual en el transporte público en el último año. Dicho valor asciende a 23% en las respuestas de las mujeres, mientras que otro 5% de ellas prefirieron no contestar. Adicionalmente, el indicador de percepción de la seguridad contra acosos y abusos sexuales es claramente diferente y menor en las respuestas de las mujeres que en la de los hombres, 3.2 y 3.8 puntos respectivamente.

Particularmente, la percepción de inseguridad se acentúa entre las respuestas de las personas usuarias del tren, de las cuales 4 de cada 10 han declarado haber sufrido o presenciado robos, hurtos o asaltos en este modo, y 1 cada 4 ha manifestado ser víctima o testigo de una situación de acoso sexual.

Asimismo, la encuesta aporta información importante sobre las personas usuarias de Moovit que no utilizaron el transporte público en la semana previa a la encuesta (7% del total de encuestados), de los cuales 98, el 24% de los “no usuarios”, expresaron no haber viajado en la última semana. Se les preguntó por qué no han elegido el transporte público para sus viajes de la semana anterior y las principales razones fueron: el “miedo al contagio de COVID-19” (el 34% de los casos), seguida por “menor tiempo de viaje” (27%) y “mayor comodidad” (23%) de la alternativa elegida.

Finalmente, la encuesta incluye una sección para expresar qué mejoras deberían implementarse en el sistema de transporte público según los usuarios y usuarias de Moovit. Las propuestas más frecuentes se corresponden con las frecuencias, especialmente en los usuarios de ómnibus municipales e intermunicipales, el precio de la tarifa, acentuada entre los usuarios del metro, la puntualidad y la capacidad de los vehículos.

Estos datos recolectados por el OMU permiten comprender algunas dimensiones de la movilidad de las ciudades estudiadas, que no siempre cuentan con la información actualizada y adecuada. Adicionalmente, la metodología elegida permite realizar evaluaciones periódicas de los indicadores con rapidez para medir los resultados e incluyendo una buena muestra de pasajeros del transporte público, gracias a la base de usuarios de Moovit, y estudiar su comportamiento a lo largo del tiempo. Esto brindará, a futuro, una herramienta muy poderosa para planificar y evaluar políticas públicas relativas con un monitoreo constante.

Para más información sobre la iniciativa pueden contactar a omu_caf@caf.com y omu@iadb.org.

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